Volkswacht Bodensee - La atención psiquiátrica de Ucrania, al borde del colapso debido a la guerra

La atención psiquiátrica de Ucrania, al borde del colapso debido a la guerra
La atención psiquiátrica de Ucrania, al borde del colapso debido a la guerra / Foto: © AFP

La atención psiquiátrica de Ucrania, al borde del colapso debido a la guerra

Cuando los drones y misiles rusos perforan los cielos nocturnos de Ucrania y truena la defensa aérea, Olga Klimova duerme con sueño profundo en un abarrotado hospital psiquiátrico.

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"Tomo mi medicamento y duermo profundamente, no escucho nada", cuenta riendo la mujer de 44 años.

En sus sueños recuerda su pueblo: Kiselivka en el sur de la región de Jersón.

Klimova, quien sufre de esquizofrenia, fue evacuada a cientos de kilómetros al norte, a un hospital psiquiátrico en la ciudad central de Poltava, donde permanece internada.

No ha sabido de sus familiares, muchos de ellos ancianos, desde el inicio del conflicto.

"Ellos saben que estoy en Poltava. Estoy esperando el fin de la guerra para verlos", dijo a AFP.

- Nuevos pacientes -

Ucrania ha evacuado a miles de pacientes de los hospitales psiquiátricos durante la guerra, según médicos consultados por AFP.

Encima de los pacientes existentes, la devastación dio origen a una enorme crisis de salud mental, tanto entre militares como en la población civil.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 9,6 millones de ucranianos están en riesgo de vivir con un problema de salud mental, casi un cuarto de la población antes de la guerra.

El sistema estatal de psiquiatría está desbordado.

Oles Teliukov, un médico del hospital psiquiátrico de Poltava teme que la crisis del sistema se agrave antes del fin de la guerra.

- Escasez de medicinas -

Alrededor de 10% de los 712 pacientes del hospital fueron desplazados por los combates, en su mayoría de las regiones de Jersón, Donetsk, Lugansk y Járkov.

Entre ellos había evacuados de Jersón, como Olga Beketova, de 47 años, quien también sufre de esquizofrenia.

Recuerda haber quedado sin su medicamento durante semanas cuando la región de Jersón estaba bajo ocupación rusa y se produjo una severa escasez de medicamentos.

En mayo de 2022 sufrió una convulsión en casa y fue llevada al hospital de Jersón, antes de ser trasladada a Poltava cuando las fuerzas ucranianas retomaron la ciudad en noviembre de ese año.

Apoyada en un bastón, contó a la AFP que sufrió un derrame cerebral en 2024, que atribuyó a "toda la ansiedad".

En medio de la escasez de medicamentos, en su mayoría importados, algunas organizaciones de ayuda exterior comenzaron a suministrarlos.

- De la era soviética –

El médico francés Christian Carrer fundó el grupo humanitario AICM que apoya a las clínicas ucranianas, incluidos los hospitales psiquiátricos.

Le preocupan los "pacientes refugiados" y el deterioro del sistema.

"Es complicado (...) Hay pacientes que estaban enfermos antes (de la guerra) y otros que se enfermaron después de iniciada la guerra porque sufrieron trauma", dijo a AFP.

Su oenegé entregó en marzo al hospital de Poltava medicamentos para la epilepsia y suministros para tratar convulsiones y esquizofrenia.

"Entregamos productos que reducen los efectos de la esquizofrenia (...) pero sin atontar al paciente", explicó.

La invasión rusa redujo los planes ucranianos de modernizar su sistema de salud.

Una reforma de 2017 nunca llegó a las unidades psiquiátricas, que mantienen mucho de la era soviética.

A Carrer le preocupa que muchos pacientes pasan mucho tiempo acostados.

"Son personas que están aquí sin estar aquí", señaló.

- Mujeres traumatizadas -

El doctor Teliukov recordó el caso de la evacuación de pacientes en 2022, al afirmar que muchos llegaban sin bienes personales o documentos.

Los casos más difíciles, a su juicio, son las personas que no pueden hablar del trama que vivieron, ni con sus familias ni con médicos.

Teliukov enfrenta también un tsunami de desórdenes entre los soldados.

Relató la atención a una mujer soldada traumatizada por un bombardeo ruso en septiembre de 2024 que mató a 59 personas, y otra soldada que estuvo detenida seis meses en una prisión rusa.

Sospecha que ésta última sufrió violencia sexual pero que ella no parecía confiar enteramente en él.

Las salas de su sección están identificadas por colores, no números.

"Es para no estigmatizar, para deshacernos de la burocracia", dice el psiquiatra.

En la sala "rosa", Klimova se sienta en medio de una multitud de pacientes y se despide con la mano del equipo de AFP.

J.Marty--VB