Volkswacht Bodensee - "Ataques diarios": la vida de los jóvenes trans en los EEUU de Trump

"Ataques diarios": la vida de los jóvenes trans en los EEUU de Trump
"Ataques diarios": la vida de los jóvenes trans en los EEUU de Trump / Foto: © AFP

"Ataques diarios": la vida de los jóvenes trans en los EEUU de Trump

Lorelei Crean, de 17 años, se la pasa visitando universidades, terminando trabajos escolares e intentando disfrutar de las vacaciones de primavera como cualquier adolescente estadounidense.

Tamaño del texto:

Pero la ofensiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los derechos de la comunidad LGBTQ en sus primeros 100 días de gobierno, ha obligado a Crean, que es trans, a convertirse en activista a tiempo completo.

"Ha sido demasiado. Siento que voy a algo cada semana", dice, mientras enumera la larga lista de mítines y eventos organizados para protestar contra Trump, que gobierna a golpe de decretos presidenciales.

En poco más de tres meses, el republicano ha dado al traste con los modestos avances en materia de derechos de las personas trans y las protecciones que había logrado esta pequeña comunidad en sus lugares de trabajo, el mundo académico y las instituciones federales.

El mes pasado, Trump emitió una orden ejecutiva que exige a las instituciones que reciben subvenciones federales para investigación o educación que pongan fin al tratamiento para cambio de género para menores de 19 años, y ordenó a su nuevo secretario de Salud que haga todo lo posible para acabar con esta práctica.

Una de las primeras medidas de Trump fue suspender la emisión de documentos con una "X" en la casilla de género neutro.

En enero, Trump decretó que "sólo hay dos géneros: masculino y femenino".

A Crean, hace poco, le llegó por correo su nuevo certificado de nacimiento "con una 'X' en el pasaporte de género". "Así que ahora todos mis documentos legales tienen una X", señala.

"Mi existencia está en cierto modo en contradicción con la declaración de Trump", afirma Crean en un parque cerca de su casa en el barrio de Washington Heights de Manhattan.

Trump ha intentado prohibir que las personas transgénero sirvan en el ejército, borrar las referencias a las personas trans en los consejos oficiales de viaje y castigar a los estados que permiten la participación de competidores trans en el deporte.

- "Hacer algo" -

"Todo el mundo tiene la sensación de odiar lo que ve en las noticias. Recibes una nueva notificación, 'noticias de última hora, Trump ha hecho una locura o algo ilegal'", dice Crean, con el puente George Washington que une Nueva York y Nueva Jersey a sus espaldas.

"Es algo que nos afecta a todos, no sólo a mí como joven trans, sino a todos mis amigos, a la gente de color, a otras personas queer. Es un ataque diario contra la gente", afirma mientras varias personas toman el sol y escuchan música alrededor.

Y es que a las cosas habituales de su edad, como compaginar estudios con las visitas a las universidades y su apretada agenda de protestas se suma "la carga de vivir la vida como una persona trans en el Estados Unidos actual".

Para el padre de Crean, Nathan Newman, de 57 años, "ha sido bueno que hayan podido canalizarlo, no para sentirse desesperanzados, sino para ver que pueden hacer algo".

Decidir qué universidad visitar y en cuáles solicitar una plaza para estudiar no es fácil actualmente.

"Las leyes actuales contra las personas trans son un factor en mis decisiones universitarias porque, dependiendo del estado, no tendré derechos", explica.

Las personas trans se enfrentan a una maraña de leyes y normativas locales que van desde el acceso a la atención sanitaria para la transición hasta el uso de los baños.

Incluso en la profundamente demócrata Nueva York, al menos una red de hospitales se plegó a la prohibición de Trump de ofrecer la transición bajo control médico a menores de 19 años, lo que Crean considera como una "primera señal" de que la administración actual va a "ser diferente de todo lo anterior".

Sin embargo, Crean no se arredra y promete mantener sus protestas. "Hay gente que está saliendo a la calle y que antes no lo hubiera hecho", dice con la esperanza de doblegar el brazo a la nueva realidad.

K.Sutter--VB