Volkswacht Bodensee - Observadores del clima temen recortes de Trump a la ciencia

Observadores del clima temen recortes de Trump a la ciencia
Observadores del clima temen recortes de Trump a la ciencia / Foto: © AFP

Observadores del clima temen recortes de Trump a la ciencia

En su laboratorio de California, Ralph Keeling examina un gráfico creado a partir de los datos que su padre empezó a recopilar y que mantienen un registro de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

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Después de 67 años, el destino de este "importante indicador del cambio climático" es incierto bajo la administración del presidente Donald Trump.

"Estados Unidos necesita esta información, no hay duda", dijo a la AFP el profesor de Geoquímica del Instituto Scripps de Oceanografía en San Diego.

Su padre, Charles David Keeling, decidió en 1958 medir las concentraciones atmosféricas de CO2 (dióxido de carbono) en la cima del volcán Mauna Loa, en Hawái.

Así nació la curva de Keeling, que hoy representa la medición continua más antigua de este gas de efecto invernadero, producido entre otros por la quema de combustibles fósiles.

Este gráfico "demostró muy pronto que el ser humano estaba teniendo un impacto en todo el planeta", incluso antes de que los efectos del cambio climático fueran palpables, afirmó Ralph Keeling.

A pesar de la evolución de la ciencia, el proyecto sigue siendo un guardián esencial del clima.

Proporciona una base para pensar en cómo los agricultores pueden modificar sus cultivos ante el calentamiento de la atmósfera, o cómo las aseguradoras pueden adaptar su cobertura para hacer frente a incendios cada vez más feroces e inundaciones más frecuentes.

"Son datos muy sólidos, pero el programa que los elabora es frágil", comenta.

- "Preocupante" -

La preocupación surgió a principios de marzo, cuando el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk recomendó cancelar el contrato de alquiler de la Oficina de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) en Hawái para finales de agosto.

Esta oficina, situada en Hilo, es la encargada de mantener las mediciones en la cima del Mauna Loa. Pero no se trata sólo de edificios.

La NOAA, una agencia clave para la investigación climática estadounidense, es blanco de cientos de despidos desde el regreso a la Casa Blanca de Trump, que ha calificado repetidamente el cambio climático de "engaño".

Su administración también quiere recortar el presupuesto de la agencia en 1.600 millones de dólares, según documentos revelados a mediados de abril por The New York Times.

El plan también prevé eliminar la rama dedicada a la investigación oceánica y atmosférica.

"Es preocupante", dijo Keeling.

En la cima del Mauna Loa, un observatorio alberga máquinas del Instituto Scripps y de la NOAA, que miden simultáneamente las concentraciones atmosféricas de CO2 a 3.400 metros de altitud.

Para asegurarse de que funcionan correctamente, los científicos locales también recogen periódicamente muestras de aire en garrafas de vidrio, siguiendo el método desarrollado por Charles Keeling hace más de seis décadas en San Diego.

Desde entonces, otros países han empezado a registrar la cantidad de CO2 en la atmósfera, gracias a nuevos métodos en los que a veces intervienen satélites. Pero estos dispositivos por sí solos no bastan, según Keeling.

"Aunque ahora la comunidad es más amplia y se utiliza una constelación de métodos, estos esfuerzos adicionales han supuesto que la columna vertebral de Scripps y NOAA esté ahí", señaló.

"Una medición de CO2 por satélite (...) proporciona mucha información detallada, pero no tendencias fiables a largo plazo ni otras medidas que podemos obtener de las mediciones atmosféricas directas", explicó.

"Hay que comprobarlo sobre el terreno, es necesario calibrarlo", agregó.

- Ataque a la ciencia climática -

La NOAA declinó hacer comentarios sobre el impacto potencial de los recortes propuestos en su programa.

"No estamos discutiendo asuntos de gestión interna y no hacemos entrevistas especulativas", dijo la agencia a la AFP.

"La NOAA sigue dedicada a su misión, proporcionando información oportuna, investigación y recursos que sirven al público estadounidense y aseguran la resiliencia ambiental y económica de nuestra nación", indicó el organismo.

Para Tim Lueker, que pasó su carrera con el programa de medición atmosférica lanzado por el Instituto Scripps, eso mal es un consuelo.

La administración Trump "no está haciendo estos recortes para ahorrar dinero. Es tan transparente lo que está pasando", dijo.

A sus 67 años, le preocupa un ataque a gran escala contra la ciencia del clima, con el gobierno ordenando a la NOAA que identifique la financiación de proyectos que mencionen los términos "crisis climática", "energía limpia", "calidad ambiental" o "contaminación".

"La idea de ahorrar dinero (...) es un poco tonta si tenemos en cuenta lo que cuesta un avión de combate comparado con la financiación anual de la investigación climática de la NOAA", reflexionó.

R.Braegger--VB